sábado, 21 de marzo de 2009

Fotografia I (¿Qué es la fotografía?)


- CIENCIA AL DÍA - ¿Qué es la fotografía?

“Y cuando la oscuridad llegó a su punto culminante, Schere- zada retomó el hilo de la narración diciendo..."

Después de haber resuelto ese divertido asunto de los palos y los peces ¡Oh! Emir de los Científicos –dijo Scherezada– el Califa Harún Al Raschid, seguido de su Visir y del fiel Baktriar, salió por la noche a recorrer –como era su costumbre– las calles de Bagdad. Y de pronto oyeron detrás de una puerta de alabastro a un hombre que lloraba. Sin vacilar, el Califa indicó a Baktriar que derribara la puerta –cosa que el portaalfanje hizo con presteza– y se encontraron con una estancia ricamente amueblada con divanes, almohadones y sahabibs.

En los pebeteros ardían óleos, aceites y esencias de Oriente, y en un brasero se quemaban delicadas maderas de áloe. Pero en el centro de la habitación, ¡OH! Emir, había un hombre que se lamentaba, de cara a la Meca y de espaldas al desierto.

Levántate –dijo Harún Al Raschid– y dime por qué lloras. El hombre que lo reconoció al instante se alzó cuan presto era. Me lamento –dijo– porque acabo de inventar La Fotografía…

– ¿La Fotografía? –preguntó el Califa– ¿Por qué no me cuentas qué es eso?

Es una manera de fijar las imágenes –dijo el hombre. Como tú sin duda sabes, la luz oscurece las sales de plata. Un cristal de plata forma un retículo geométrico. La luz rompe es retículo cristalino, y hace que los átomos de plata se agrupen, formando pequeñas manchitas oscuras. Entonces se me ocurrió recubrir una placa con cristales de ese tipo. Al incidir la luz, la sal se descompone, y los átomos de plata se agrupan entre ellos como te dije: allí donde ha incidido mucha luz habrá muchos átomos de plata, allí donde haya incidido poca, habrá pocos y donde la luz no haya incidido no habrá ninguno. Por lo tanto, en la placa aparecerá una imagen "en negativo".

Grande es tu sabiduría si consigues eso –dijo Harún Al Raschid, mientras el Visir le hizo una seña que no entendió. Pero si expones la placa durante mucho tiempo a la luz, terminará ennegreciéndose por completo.

Si la dejo mucho tiempo, sí –dijo el Inventor–. Pero después de un cierto tiempo de exposición, lavo la placa con un preparado especial, que remueve los cristales que aún están intactos, con lo cual ya no corren peligro de ennegrecerse. Y luego, sacando una nueva foto de esta imagen en negativo, obtendré una imagen positiva. No quiero ni hablarte de las enormes posibilidades de mi invento. Me imagino una larga tira un rollo de plástico, cubierta por una película de gelatina, donde flotan cristales de bromuro de plata. Llega una imagen, y los cristales se ennegrecen como te lo he contado. Como el tiempo de exposición es muy corlo, la película apenas se ha impresionado, y la Imagen que se forma es muy débil para ser visible. Entonces, mediante un líquido que llamaré revelador, lograré que los agrupamientos de átomos se fortalezcan y crezcan respetando la imagen latente. De esta manera, podré tomar fotografías con un tiempo de exposición muy corto, a la que llamaré instantánea y después, por qué no... está la Fotografía en Colores.

En ese momento, ¡Oh! Emir de los Científicos, el Califa Harún Al Raschid se entusiasmó –dijo Schereza da– e interrumpió al inventor.

– Pero ¿Por qué detenerse allí? –dijo el Califa–. Podemos Imaginar sucesiones de fotografías, que darían la sensación de una imagen en movimiento: el Cine. Lo que no puedo entender es por qué llorabas, habiendo inventado tales cosas. Y volviéndose hacia el Visir –que agitaba las manos frenéticamente–, le preguntó:

¿Y a tí qué te pasa?

Es que el Islam no permite la reproducción de imágenes balbuceó el Visir. Así que no le veo futuro a este invento.

¿Ves? –dijo el inventor–. Por eso lloraba…

Habrá que esperar al francés Joseph Niepce –siguió el Visir– que, utilizando los mismos principios que acabamos de oír, tomará las primeras y primitivas fotografías en 1827, con tiempos de exposición de 8 horas o más. Pocos años después el francés Daguèrre que, hacia 1839 encontrará una manera eficaz de fijar las imágenes sin las largas exposiciones que necesitara Niepce: el Daguerrotipo. Para esa magnífica idea que has tenido (el Cine) hará falta aguardarlo a Lumière –e hizo una pausa–. Francés también.

– De ninguna manera –el Califa se irguió– No es que tenga nada contra Francia, y tampoco quisiera pasar por chauvinista, pero no quiero dejarle esa gloria a mi colega el emperador Carlomagno. Bien que se reiría de mí, si lo supiera ¡Y justo ayer le he enviado de regalo un elefante!

Tal vez haya una solución –sugirió el fiel Baktriar– ¿Qué solución? –el Califa se volvió vivamente.

Se me ocurre una posibilidad –dijo el fiel Baktriar–. Aunque seguramente es impracticable…

Pero en ese momento el alba asomó por las ventanas del palacio y –Scherezada calló prudentemente– dejando en suspenso su narración hasta la columna siguiente… L. M.

Extraído del “Clarín” Preparó FOG – Marzo de 1999. –


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